Una de las preguntas que más asusta a los padres cuando han decidido romper su relación de pareja, es como decirles a los hijos lo que ha sucedido. Si es preciso explicarles con todo lujo de detalles, o si es mejor no decir nada y seguir actuando como siempre.
Los niños son pequeños pero eso no significa que no se enteren de las cosas. Hemos de ser honestos con ellos, no engañarlos, no mentirles, hemos de hacerles saber cuál es la situación actual y lo que va a suceder en sus vidas a partir de ahora, hemos de tratarlos con el máximo respeto. Hemos de protegerlos, pues son vulnerables y evitar todo tipo de chantaje emocional. Los niños no deben elegir uno u otro progenitor, ambos son sus padres y tienen derecho a estar con ellos.
Hay parejas que por no hacer daño a sus hijos, deciden no separarse cuando la relación de pareja está muerta. Pero, ¿realmente eso es bueno?, les estamos enseñando que una relación de pareja es una convivencia sin amor y sin proyectos en común…
Se ha demostrado, tras la experiencia con familias en proceso de divorcio que ése afecta mucho menos a los menores de lo que se piensa, siendo mucho más perjudicial para los niños la presencia de riñas entre sus padres, y el elevado nivel de conflicto y tensión que se genera en la etapa de pre-divorcio. De hecho, en algunos casos, lo viven como un alivio.
Pero ¿cómo podemos decirles lo que pasa de la mejor manera posible para ellos?
Es importante informarles cuando la decisión ya esté tomada y no antes.
Sería bueno que se lo comunicaran ambos padres a la vez a los hijos, si esto no pudiera ser posible, sería deseable que ambos padres lo comunicaran por separado a los hijos, pero intentando ofrecer la misma versión e intentar no culpabilizar al otro (recordemos que se separan los padres como pareja pero no se rompe su relación parental).
Según la edad de los hijos informaremos de una forma o de otra, por ejemplo los menores de 5 años no precisan extensas explicaciones de lo sucedido; los menores entre 5 y 8 años precisan saber qué pasará con ellos (con quién vivirá, dónde, si cambiará de cole, …) y cómo afectará a sus rutinas, e importante transmitirles que sus padres se seguirán ocupando de ellos, es decir, darles seguridad, etc.
Mejor no informar de los conflictos de fondo, indicarles que han decidido vivir separados y que ellos no tienen nada que ver en la decisión. Explicarles cómo será su realidad a partir de la separación, no generarles falsas expectativas, pues la decisión no es modificable, pero indicarles que siempre serán sus padres y estarán ahí para lo que necesiten.
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